Conocer nuestro pasado
Cuando los pioneros se asentaron en el Valle de Teton en 1882 lo hicieron con convicción y valor, afrontando retos y peligros. No solo sobrevivieron, sino que prosperaron y construyeron una comunidad que es un hermoso legado a su determinación.
Uno de sus retos fue la gripe española de 1918, que mantuvo a la gente en sus casas en cuarentena y redujo la mayoría de las actividades a sólo las esenciales. Los habitantes del valle lucharon juntos contra la enfermedad, ayudándose unos a otros como pudieron. Con un médico y pocos profesionales de la salud, la mayoría sobrevivió.
El Valle de Teton también superará la última pandemia. Está en nuestra historia afrontar los retos con fuerza y unión. Saldremos fortalecidos. Ese es nuestro legado. La pandemia ha afectado al funcionamiento del Museo del Valle de Teton, al igual que a muchas otras empresas y organizaciones sin ánimo de lucro del valle. En el momento de escribir este artículo, el museo, para proteger a los visitantes y a los voluntarios, todavía no ha podido abrir la temporada. Cuando sea seguro reabrir, lo haremos.
Eso es porque el museo marca la diferencia en el valle.
De hecho, preservar y proteger nuestra historia es más importante ahora que nunca. Necesitamos ver colectivamente cómo nuestros antepasados se enfrentaron a la adversidad, cómo los problemas condujeron a soluciones y cómo no impidieron a los pioneros seguir adelante.
Los duros inviernos y las interminables primaveras fangosas no les disuadieron. Las cosechas arruinadas, las inundaciones y los incendios no les disuadieron. Incluso las recesiones económicas llevaron a la industria y a la vida del valle. El museo puede ofrecer a los visitantes el consuelo de la familiaridad y la continuidad de estas tradiciones. Sin el museo, esas tradiciones podrían perderse, y las deudas contraídas por aquellos pioneros nunca se saldarían.